Hoy es miércoles, lo sé. Ayer fue martes, obvio, y pasado mañana viernes. Chim pum.

Ya me pueden dar un premio a la más lista.

Lo que quiero decir es que esta semana se publica diferente, porque me apetece o porque ha surgido así. No sé.

He estado muy atareada perdiendo el tiempo.

De esto ya hablé, aquí por si no lo leísteis.

Eso sí, esta semana, entre mirar a las musarañas y volverlas a mirar, me ha dado por la organización, oh yeah.

Y no sólo de mi casa ¡pero cuántas cosas se pueden tener! Digo yo, que algún día acabo con las cajas y os cuento.

También me ha dado por pasar el plumero a mi mente y metas a corto y medio. Las de a largo las tengo clarísimas.

Sí, sí.

Cada cierto tiempo hay que sentarse y ver cómo va todo.

No sólo para ver si seguimos por buen camino y no andamos escaqueados por alguna esquina, sino para comprobar que queremos lo mismo que hace seis meses.

Porque oye, según se va avanzando y se van conociendo y haciendo cosas nuevas, podemos ir adaptándonos y desechando cosas que ya no nos sirven.

Lo de que hasta la muerte nos separe se lo dejo a la Iglesia Católica, pero poco, que ella también es muy de anular, si es menester.

A mí me gusta progresar en la dirección que me pide el cuerpo.

Pero el de verdad, no el vago este que me ha tocado. 

Os lo digo en serio, si por este cuerpo físico fuera, viviría como los de la nave de Wall-e, todo el día en una tumbona con motor. Menos mal que le hago el caso justo.

Al lío.

Hablaba de mi cuerpo de verdad, ese que se emociona y da saltitos cuando sabe que por ahí, si es.

Aunque tenga miedo.

Aunque no tenga ni idea de por dónde empezar.

Aunque Ego-mente esté a punto del ictus porque la vuelven a sacar de su zona de confort.

Pero él, venga que dar saltitos y palmitas.

Así que, en eso he estado toda la semana. ¿Lo he conseguido? No sé. Aún es pronto para saberlo, porque claro, como ya dije aquí, “la vida que quieres te costará la que tienes”.

De momento bastante tengo con aguantar a Ego-mente, que se las sabe todas. Si perdiera menos el tiempo en sabotear y manipular y lo usara en crear, ahora mismo tendría un castillo, vacio, eso sí. No quiero más cajas en mi vida. 

En fin, que me pasaba por aquí para saludar y decir que todo marcha bien.

Chaíto.

P.D. La foto de cabecera es de Aquí.