La semana pasada participé en dos talleres de numerología.
Sí, sí, yo le doy a todo.
Lo mismo me veo una charleta en directo de la revista de Historia de National Geographic, que me veo un documental de física cuántica o participo en un taller de numerología.
Así soy.
La persona que los impartía es un crack en ese tema y la verdad que fue de lo más interesante.
Porque, al final, todo es energía y se trata de aprender a leerla.
Y no lo digo yo, lo dice la física cuántica que es de lo más interesante, también.
¡Es que todo es súper interesante!
Excepto las noticias, eso no. Y la declaración de la Renta, eso tampoco.
Al lío.
Imaginad, según la física cuántica, nada es sólido, sólo lo parece.
¿Cómo os quedáis?
Yo lo flipo. Creo que alguna vez se me ha caído hasta la baba atendiendo algún documental o leyendo algún artículo.
Por si no sois aficionados a la física cuántica, yo os lo explicoteo muy rapidito y facilongo, que no se diga que no estuve atenta.
Si hay algún físico en la sala que vuelva a leer lo de rapidito y facilongo y calle para siempre.
Los átomos están formados, más o menos, de 1% materia y un 99% energía. Vamos, que teniendo en cuenta que estamos, en casi última instancia formados por átomos somos muy poca materia y mucha energía.
En mi caso, un poco más de materia, que noto, últimamente, los pantalones un poco más prietos… guiño, guiño.
Si os habéis fijado, he puesto «casi en última instancia formados por átomos», porque luego está el tema de las partículas subatómicas.
Que ahora soy una partícula y ahora una onda. Te miro partícula, no te miro onda.

Ahhhhh.
Luego dicen que la magia no existe, pues que se lo digan a los físicos que últimamente van de sorpresa en sorpresa.
Que aún no se han recuperado del bosón W, cuando ya se han metido en otro fregado.
Ains qué emocionante.
Y lo aburrido que lo hacía el lechugo.
Sí, el lechugo, no me he equivocado, que seguro que estabais todos pensando «Ainhoa se ha colado, jijiji». Pues no. Chim pum.
¿Que, quién es el lechugo?
Pues un profe que tuvo la mala pata de sustituir al profe de física y química en segundo de insti.
Sabía mucho eh, demasiado para veinte sacos de hormonas locas a los que no les interesaba lo más mínimo la física y menos con aquellas chapas, madreeee.
Aún me acuerdo del día en que mi amiga y compañera de alborotos I. y yo estábamos jugando una partidita a los barcos para hacer la clase más amena.
La muy perraca me hundió el acorazado.
Inciso. Yo la puedo llamar perraca porque es mi amiga, pero vosotrxs de Ud. como mínimo. He dicho.
Pues sí, me hundió el acorazado y tuve que protestar tan enérgicamente que nos pillaron, pero ya, si eso, os lo cuento otro día.
Vaya forma de enrollarme.
Iba a hablar de numerología y he acabado hablando del lechugo.
Pero yo os lo cuento todo eh, pero en otro momento, que es viernes y la vida me espera.
Chaíto.
P.D. La imagen del comienzo es de Aquí, donde también hablan del bosón W, por si aún queréis saber más.
P.D.2. Os recomiendo la lectura de esta otra entrada, porque sí. Chim pum.