Si quieres ser una sardina, no leas más


La semana pasada anduve yo despistada.

Podría echarle la culpa a las visitas, a los gatos o hasta al eclipse del viernes, pero la verdad es que la única despistada fui yo. Tal cual. 

Estuve por el monte, sí. Tomé alguna que otra cervecita con los amiguis y me reí mucho, también. Perdí el tiempo como si fuera inmortal, ahí le has “dao”.

Consecuencias, muchas, para empezar no hubo entrada en el blog. Malamente.

Es curioso como la mente nos manipula, nos sabotea y nos mantiene bien sujetos a nuestra zona de confort. Esa que, supuestamente nos mantiene a salvo, pero que hace que nuestra vida sea igual de emocionante que la de una lechuga.

De hecho, creo que hay lechugas con más vida que mucha gente que conozco. Y la semana pasada, yo rocé ese grupo peligrosamente.

Pero no voy hablar de cómo nos manipula la mente, no.

Mucha gente dirá aquello de que por una semana no pasa nada. Cierto. Por una semana no pasa nada. 

El problema viene cuando no asumimos qué ha pasado esa semana, por qué no nos hemos acercado a nuestras metas ni un poquito. Analizar qué nos ha boicoteado para a la próxima poner remedio o prevenirlo

No caer en la inercia del “no pasa nada”.

Vamos, que si voy a estar una semana sin hacer ni el huevo porque me voy de excursión a los fiordos noruegos, organizarme mejor. Adelantar trabajo, “ya tú sabe”.

De hecho, y siendo sincera, cuando alguien me dice “por una semana no pasa nada”, me pongo en guardia. Algo me rechina. 

En absoluto digo que la gente lo haga con mala fe, no. El problema es que la gente realmente se lo cree. No pasa nada.

Y veréis, estaba yo hoy para levantarme a eso de las 7:30, que viene siendo mi hora de madrugar últimamente (de momento he dejado el vicio de las 5:00 a.m.) y he pensado, qué gusto estar aquí escuchando la lluvia, sin prisa, y no metida en un metro con el mismo espacio vital que una sardinilla en aceite.

¿Qué tiene que ver el “por una semana no pasa nada”, con no ir en metro o no estar en una caravana? TO-DO.

Para tener la vida que uno quiere tiene que dar pasos para acercarse a ella,.

Si en una semana no has dado ni un sólo paso y, normalmente, después de una semana habrá otra, porque total, no pasa nada, nunca vas a llegar a la vida que quieres.

Ojo, que si la ilusión de tu vida es ir apretado en el metro, yo no digo ná.

Pero si quieres aprobar una oposición, ahorrar para dar la vuelta al mundo o dejar de comer donuts, cuidadito con el “no pasa nada”.

Así que, y hablando sólo de mi vida, la próxima vez que me oigáis decir “vaya semanita, no estoy haciendo nada” mejor no digáis nada o decir un “pues mueve el culo bonita, que es tu vida”.

-¿Y si te enfadas? -Me dirá alguien.

– Pues ajos como. Fin. 

Así que, esta semana me he hecho una “organisasió” que me tiene loca. Ya os contaré qué tal.

Chaíto.

, ,

2 respuestas a “Si quieres ser una sardina, no leas más”

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *